martes, 27 de septiembre de 2011

MANUAL DE TOLERANCIA: COLOMBIA, UNA SOCIEDAD DE RADICALISMO ASESINO.

Tal como ya es costumbre, la generación Contemporánea de Colombia  sigue sin cabida alguna en lo que se podría considerar una riqueza cultural dentro de una tierra de contrastes.
Un lugar  con “riqueza” que es asesinada, un lugar donde convergen las ideas más absurdas e intangibles, abstractas desde el mundo  que predico Aristóteles, suelo pensar y en momentos con nostalgia, que cada  generación existe un desadaptado, inconforme de su propia realidad, quien es capaz a través de un pensamiento metódico e inacabado transformar pate del mundo con la magia de sus escritos, palabras, doctrinas u obras.
De esta convergencia de inconformismo surgió una voz desde lo más profundo del silencio y uso al viento como modo de expresión, dentro de este mundo de surrealismo convencional se puede situar a  Héctor Abad Gómez  y su obra Manual de Tolerancia.
Como desadaptado  de esta generación Héctor Abad Gómez fue una figura sobresaliente, una gema preciosa  de una sociedad que a mi juicio no merecía la presencia de tal genio virtuoso, este genio hecho mártir por sus propias ideas  y callado para siempre por aquellos que no perdonan la grandeza en la humildad y sencillez de un  hombre que ejercía su profesión de médico con la mayor vocación que se puede imaginar.
Tal como  muchos héroes latinoamericanos, José Martí en cuba, Túpac Amaru en Perú y si se quiere dar más vuelco a la historia de la humanidad, el humilde carpintero que partió la historia en dos. Héctor Abad Gómez reúne las características típicas de u hombre transformador  y liberado, con anhelos y sueños como cualquier otro pero con una calidad ética y humana comparada solo con hombres como los anteriormente nombrados.
No tuve la fortuna de conocer a Héctor Abad Gómez quien murió antes de mi nacimiento. No se podría hablar de aquello que es desconocido pero basta solo leer sus memorias en Manual de Tolerancia para observar la inmutabilidad de un hombre en su obra y su inconformismo social e intelectual  de un pueblo ya golpeado por la maldición de la violencia.
Históricamente  los inconformes como el  expresan la idea de cambio   que muy pocos se atreven a  seguir , cada loco en el mundo y cada mundo debe ser cambiado, tomando este deber como un fin del hombre para ser feliz, en Manual de Tolerancia resulta la expresión dada de lo que una minoría se  atreve a hacer, en esta recopilación de sus memorias viene a determinar luego el pensamiento de mi generación , donde hablar y decir lo que  se piensa sigue siendo un peligro latente de la muerte y acallamiento brutal.
Héctor abad Gómez atraviesa el pensamiento lineal del intelectualismo mediocre a costa de su propia vida , siempre preguntándose por el quehacer  de estos seres débiles recurrentes de violencia y cegados por la sed de muerte de aquellos que no  sigan sus adoctrinamientos enajenadores, cuyo sesgo se manifiesta en varios de los apartes del libro Manual de Tolerancia, solo se muestra la mitad  de la moneda y la otra cara es aún más desesperanzadora : los que sufren y lloran a sus muertos desde el silencio.
Ahora es mi obligación referirme a Colombia, una tierra de contrastes donde todos los males del mundo podrían reunirse en un solo lugar, la  que digo querer, la que digo respetar, la que llora sus muertos ilustres, la que mata y da vida, la que vive desangrada por la necedad de sus hijos, quienes se matan unos a otros por la intolerancia que recibimos como la gran herencia de nuestros padres. Héctor Abad Gómez muestra cómo se han perdido los valores  del respeto y la aceptación por los demás expuesta como los extremos son perjudiciales para un hombre y más para una sociedad, a través, de un egoísmo desintegrador  y lleno de amorfismos ideológicos  que lleva a lo  que el mismo abad describió como el ente de este desangramiento asesino de sociedades: el fanatismo.
En un universo dado como esta, se sigue pensando que ya todo está establecido, con un orden inmutable que no da lugar a mentes subversivas, y vemos como según Sartre “arrojados al mundo”, usando este término para alega que nadie viene a este mundo  por su propia voluntad , estamos inmersos y en él nos desarrollamos. El fanatismo es la manifestación  de un desarrollo doctrinal dentro de este basto universo, un ejemplo claro es el odio entre oriente y occidente a causa de diferencias religiosas, doctrinas políticas y económicas. Los fanatismos alejan y corrompen en una lucha sin fin por imponer la ideología  del uno sobre la otra.
Hace poco , y haciendo un paréntesis dentro de la vida y obra de Héctor Abad Gómez en este escrito, ya hace más de 100 años nació  Mario moreno, más conocido como Cantinflas, otro critico social a través de manifestaciones de un genio artístico, si se sitúa a Héctor Abad al lado de este personaje, se ve como los contextos influyen en la manera de expresar las ideas de estos hombres, tanto que me atrevo a decir que si Mario Moreno hubiese sido colombiano, sin lugar a duda , ya había sido asesinado por los enemigos de la patria.
Hacer que una sociedad piense por sí misma y esta se empodere de sus enajenadores es una ardua tarea que muy pocos se echan a cuestas y los que lo hacen no encuentran otro camino que la muerte o el exilio. Me permito citar a Oscar Wilde para enfundar mi postura sobre lo dicho anteriormente: “La carga de este mundo es demasiado grande para Que la soporte un solo hombre y el dolor del mundo es demasiado para que lo sufra un solo corazón.”
Por tanto el mundo no está para que lo cambie una sola persona, lo cambian las personas como lo que son: el mundo. Héctor Abad deja este legado las futuras generaciones. Se debe dejar de lado la crítica del hablante, y pasar a la crítica del participante, es decir, del que actúa y modifica.

Manual de tolerancia es la expresión de un grito desesperado y solemne por un cambio social, Héctor Abad Gómez y Manual de Tolerancia reflejan los deseos más profundos  de dicho cambio, por otro lado están aquellos cuyos intereses priman sobre el bienestar social general, siendo ellos una raza vilo de hombres tiranos de su propio orgullo y llenos de avaricia del pelo al diente, que pretender guiar el destino de todo un mundo alimentándose de las almas  de los hombres que subyacieron a su espada… siempre con su egoísmo en un frenesí asesino de mártires, un mártir como Héctor Abad  pero surge una luz que les aterra … el mártir  muerto esta pero su obra viven en las generaciones que lo pregonan.
Soñar con un mundo mejor no es imposible, cambiar el mundo tampoco lo es, Manual de Tolerancia es un reflejo de ello pues siempre ha de quedar algo en los que  estiman su propia realidad, es posible vivir para ello, Héctor Abad Gómez enseña que una vida no es nada comparada con el bienestar de una sociedad. En definitiva el legado de Héctor Abad Gómez perdura en la memoria de los que le recuerdan como un mártir caído. Se me ha pedido hacer una reseña crítica a el texto de Manual de Tolerancia pero resulta difícil sin impregnar lo que se escribe bajo el propio yugo del autor.
Termino ya con mi propia subjetividad dando gracias a aquellos  que elijan seguir la senda de tolerancia paz y amor  de Héctor Abad Gómez a costa de su propia integridad y del exilio social al que se es sometido aquel desadaptado que cree en un mundo mejor… “quien fuera la lluvia que une al cielo y la tierra sin que  estos se mezclen… ¿cómo podre entonces unir los corazones de  la gente sin egoísmo alguno?”.

YEISON MAURICIO PEDRAZA JURADO...

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